Los autores no reciben regalías, porque va a precio de coste y, además, los gastos de envío son diminutos (1 euro).
El vídeo es una grabación de la entrevista a Josep González, el editor de Valentia autores.
Esta pequeña editorial ha editado, entre otras escritoras, a Yolanda Díaz de Tuesta, que en la actualidad ocupa las primeras posiciones en Wattpad, con una de sus novelas no publicada aún, Rebeca Goyri y que distribuye por capítulos en esa plataforma, habiendo logrado cerca de las cien mil entradas y cientos de seguidores.
El modelo de estas editoriales tiene futuro, en mi opinión, por la honestidad: con los lectores, al publicar obras de calidad, exclusivamente; con los autores, al dejarles libertad para hacer lo que deseen con cada obra, para que prueben, sin esclavitudes. Y con ellos mismos, porque siendo honestos duermen sin sobresaltos.
No todos son así. Como muestra, un botón.
Hace unos días me escribió una mujer de una editorial, comunicándome que desaparecían como tal, pero que algunos de los miembros proseguían con el proyecto. Esa editorial (Escriba) me envió un presupuesto para mi primera novela (no publicada formalmente, aunque estuvo en descarga libre, con buena acogida) de 1.900 euros, a cambio de su publicación en papel y de 100 ejemplares, para que hiciera... no sé qué podría hacer con ellos. Tampoco tengo tantos amigos a los que visitar y regalar un libro.
Los distintos proyectos editoriales dan como resultado diversas narrativas y modos de trabajar con los autores.
A diferencia del modelo de esa editorial que acaba de desaparecer, Valentia autores apuesta por obras de calidad y por una política transparente de colaboración con los autores.
Un modelo que también siguen otras pequeñas editoriales, para las que la obra tiene importancia por sí misma y por lo que puede aportar a un mercado saturado, donde todos los tiempos compiten en un momento.
Si en los mercados de productos electrónicos o de otro tipo, lo anterior no compite con lo actual, sino que desaparece, en el mercado editorial Charles Dickens compite el año de su bicentenario con cualquier libro que acabe de publicarse. Y seguramente con ventaja. Por ello, los autores nuevos necesitan encontrarse con editores que les faciliten su llegada al mercado, con tiradas cortas, alguna presentación humilde, un esfuerzo compartido y, desde luego, sin meterle mano a depauperado bolsillo de la mayoría de los noveles.
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