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Mata al presidente. O no. Novela de Pedro Avilés

La tradición del final múltiple puede confundirse con el final alternativo. Pero son diferentes.

En el primer caso, es la necesidad de la propia obra la que se impone. Así, el príncipe puede acabar con el dragón o éste con aquel. La princesa puede ser desgaciada. O casarse.

En el final alternativo, bien las dudas del artista, bien las dudas en la adaptación de la obra a otro medio distinto del escrito, llevan a la creación de más de un final.


La novela de Pedro Avilés está trabajada desde el inicio para ofrecernos un final múltiple.

Puedes optar por acompañar al protagonista en la asunción de los riesgos que entraña el encargo (sí, lo has adivinado, matar al Presidente) o buscar su salvación, rechazándolo.




Escrita en segunda persona, con un estilo limpio y casi periodístico (revelando el origen profesional del autor), demanda del lector la elección permanente de una página para continuar avanzando en la historia, según la decisión que tome. Esto puede convertirse en un fastidio, si estamos habituados a consumir las obras como un plato de espagueti que se está enfriando. Aunque le añade un plus de originalidad, que se agradece. Porque las obras bien construidas, como los cuadros, necesitan de tiempo.

Dispones de 21 finales, como puedes comprobar en la tabla (se puede ver en grande) y está escrita con mimo. El hecho de que uno de los personajes se apellide Spade, (por Sam Spade, ¿quizás?)que se beba y se coma, que aparezcan malos en espacios peligrosos y que rezume  de realismo la puede hacer apetecible a muchas personas. Aunque su formato pdf puede ser un engorro, ponte un disco de Benny Goodman Quartet y piensa que te trasladas a Washington, para entrevistarte con...



Para acceder a otra lectura de la obra de Pedro Avilés, puedes leer la crítica que realizan en El poder de las letras.


Un bonito ejercicio mientras te adentras en lo que te propone Pedro Aviles, consiste en localizar en Internet esos lugares que visita el protagonista, como el hotel en Washington o Casa Mingo en Madrid.


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